Entre Marbella y Sotogrande, la Finca Cortesín de Casares consigue imaginarnos cómo hace medio siglo disfrutaban de sus vacaciones europeas los millonarios más exquisitos. Funciona como un destino en sí mismo. En su helipuerto aterrizó la semana pasada una pareja que venía sólo a disfrutar de los 2.200 metros cuadrados de SPA y unos masajes de dos tailandesas nativas. En dos horas se habían vuelto a su casa. “Nuestros competidores no están en la Costa del Sol, sino en Italia y la Costa Azul francesa”, destaca René Zimmer, director general del complejo, mientras se toma un tentempié de media mañana en una de las terrazas.
¿Qué aporta Finca Cortesín? Los propietarios, la familia López Granados, dueños de Single Home, ya han invertido 300 millones en el proyecto. Prevén invertir otros 400 millones más. Sólo en la construcción del hotel destinaron 55 millones de euros. El precio también es una nota de corte. La habitación más asequible cuesta 456 euros más IVA y 2.200 euros la más cara, algunas de ellas hasta con piscina privada (hay tres: una interior y dos exteriores: de 35 y 50 metros). Este verano han estrenado un tranquilo beach club.
Este es el arranque de la Tinta de Verano, ya una de las últimas. La sección se acaba el viernes. La Tinta es la tercera más leída y la primera más enviada hoy en El Confidencial.
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