Leal con sus leales. Implacable con los desleales. Duro en los planteamientos y formas dialécticas y con trato cercano con sus colaboradores, a sus 51 años aparenta, como mínimo, diez años más. Una enfermedad degenerativa lo deja fuera de cobertura. Manuel Pastrana abandona la dirección de UGT Andalucía, el mayor sindicato de clase de la comunidad andaluza (200.000 afiliados), tras 15 años en el poder. Le sucede Francisco Fernández, almeriense, de 52 años, actual vicesecretario general de Organización en la Ejecutiva regional.
Pastrana, natural de Jaén y aficionado a pasar los fines de semana en la casa de campo de su padre, en Antequera (Málaga), se retira con una mayoría búlgara: el 99% de los 300 delegados aprobaron este viernes su informe de gestión. Llegó a Sevilla en 1994 tras capitanear la Federación de Servicios Públicos de Jaén (era trabajador de la Diputación jienense). Se lleva bien, es amigo, del sempiterno Cándido Méndez, pero rechaza que haya formado un lobby sindical de Jaén, ni que su estrecha relación con el secretario general nacional le haya beneficiado.
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