Un comercio de Main Street (Gibraltar). Foto: Agustín Rivera
Taylor gana 300 libras a la semana. Tiene dos hijos. Trabaja en el sector servicios y no quiere ni decir su nombre ni el de la empresa por temor a represalias en la frontera. Taylor es un llanito de 67 años que está harto de la escalada del conflicto de España con Reino Unido y Gibraltar. "Nosotros no tenemos problemas. Todo esto es perder el tiempo y atrasar una solución", lamenta.
La segunda crónica desde Gibraltar. En El Confidencial.
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