Francisco García Martínez (Paquillo).
Paquillo, exalcalde de Guarromán (Jaén), compartía demasiadas cosas con Francisco Javier Guerrero, exdirector general de Trabajo en la Junta de Andalucía, acusado en el caso de los ERE y recién salido de prisión. Aquí van tres: 1) Juan Francisco Trujillo, el chófer de la cocaína, fue durante tres años conductor de Paquillo en la Junta. Luego Guerrero fichó a Trujillo. 2) , también conocido como Kiko, fue el jefe de Guerrero en la Consejería de Empleo. 3) Ambos conocían y tenían hilo directo con Gaspar Zarrías y el exsindicalista Juan Lanzas. Francisco García Martínez, Paquillo, de la añada del 55, se ha convertido en el nuevo conseguidor de los ERE.
Pongamos orden en esta maraña. José González Mata era el dueño de Uniter, una mediadora beneficiada por los Expedientes de Regulación de Empleo de las bodegas de Jerez. Este empresario, encarcelado por orden de la jueza Mercedes Alaya, declaró ante la magistrada que negociaba todos los ERE con Guerrero, excepto los casos de Santana Motor en 2001 y la Faja Pirítica de Huelva en 2003 en los que intervino Paquillo, hasta el pasado lunes un absoluto desconocido en los autos y en el sumario del mayor escándalo de corrupción en la historia de Andalucía.
El exalcalde, denuncia Miguel Contreras, diputado del PP de Jaén, formaría parte del todopoderoso clan de Zarrías en Jaén. Paquillo habría repetido “los mismos esquemas y los mismos modelos” de clientelismo político y de entrega de ayudas sociolaborales a empresas en crisis, como supuestamente efectuó Guerrero en toda Andalucía, de manera especial en su pueblo natal (El Pedroso), ubicado en la Sierra Norte de Sevilla.
Procedente de una familia humilde, Paquillo, igual que Lanzas, empezó en el sindicalismo. También en la UGT. Era el presidente del comité de empresa de Minas La Cruz, en Linares. Con 13 años ya trabajaba en la mina. Entre 1978 y 1983 fue secretario de Acción Sindical de la Federación Estatal de la Minería del sindicato ugetista. En ese año logró la alcaldía de Guarromán, de 2.900 habitantes,localidad situada en la Nacional IV, al norte de la provincia de Jaén. El pueblo, hogar de la Asociación Internacional de Pueblos con Nombres Feos, Raros y Peculiares, se fundó en 1767 tras formar parte del proyecto de colonización de Sierra Morena impulsado por el rey Carlos III.
“No tiene ni la EGB; pero comunica muy bien, como Revilla”
Simpático, dicharachero, siempre con un chiste en la boca cada vez que se encuentra con alguien por la calle. El gafas (tiene visión muy reducida en uno de sus ojos) también llamado Kiko (como en realidad le conocen los mayores de Guarromán: el apodo de Paquillo venció a Kiko cuando entró en política) capitaneó durante 12 años un pueblo de genética socialista y que él giró más al centro para intentar perpetuarse en el poder. “Tiene una personalidad arrolladora. Conquista con su labia”, cuenta un vecino a El Confidencial. Todo un animal político. “No tiene ni la EGB, pero eso a él no le importa; comunica muy bien y llega a la gente, es como Miguel Ángel Revilla: habla muy alto y claro”, señala otro vecino del pueblo que no quiere decir su nombre por temor a represalias.
La etapa de Paquillo en la Alcaldía coincidió con la instalación de unos invernaderos en la Dehesa Boyal, una zona privilegiada del municipio. En 2008 se otorgó una ayuda al Ayuntamiento de Guarromán con cargo al fondo de reptiles, según el PP, para un convenio de colaboración suscrito entre la Dirección General de Trabajo de la Junta y la Agencia IDEA por el que se concedían “440.000 euros para acondicionamiento y modernización de los antiguos invernaderos”. El parlamentario explicó que el Consejo Consultivo había declarado “la nulidad” de esta ayuda porque no existía “solicitud formal de ayuda como tal”. Tampoco figuraban en el expediente indicios de haber sometido dicho gasto a fiscalización previa. “No existe memoria justificativa de la actividad a realizar, no consta aceptación de la subvención por parte de la empresa ni que se haya procedido a su publicación en el BOJA”, según asegura el diputado popular de Jaén.
Paquillo García se había convertido en una máquina absoluta de ganar elecciones, pero quería más. Guarromán se le quedaba muy pequeño. A falta de Máster en una escuela de negocios, la Junta de Andalucía le aseguró empleo seguro y proyección política regional. Durante cinco años (1995-2000) fue delegado de la Consejería de Industria del Gobierno de Manuel Chaves. Y entre junio de 2000 y febrero de 2003 asumió la Secretaría de Empleo y Desarrollo Tecnológico. Paquillo se llegó a convertir, por decisión directa de Zarrías, en el jefe de Guerrero. Su popularidad se disparaba: en 2000 fue nombrado Titulado Honoris Causa por el Colegio de Ingenieros Técnicos de Jaén.
El chófer y su modesta casa
El político socialista no descuidó los negocios. En el polígono de Guarromán se ubica Integrasur, la empresa que preside y en la que trabaja Paloma, su hija de 32 años. Su hijo, Antonio Miguel, de 26 años, también colabora con una de las empresas del padre. La esposa del exalcalde, Paloma Yébenes, es ama de casa. Residen una modesta vivienda ubicada en una zona normal del pueblo. Nada de lujo aparente. El único que consta es el vehículo BMW que conduce su chófer que le lleva a la capital jienense o a Salobreña (Costa Tropical granadina), donde pasa muchos fines de semana y todo el mes de agosto.
En 2003 regresó a la política municipal. Paquillo, que en Guarromán ha conservado siempre su mismo círculo de amigos, ya no se presentó a la alcaldía, pero él era la figura amable del grupo municipal socialista. Fue teniente de alcalde y portavoz mientras Antonio Almazán, el alcalde, se hizo con el cargo, pero quien captaba votos era el antiguo jefe de Guerrero en Empleo. El pasado mes de marzo, por sorpresa, Paquillo abandonó su acta de concejal en un pleno extraordinario. Anunció que se iba a dedicar a sus negocios. Por el pueblo jienense empezó a circular el runrún de un posible problema judicial… hasta que llegó la declaración de González Mata, “uno de los principales partícipes en el saqueo de las arcas andaluzas con la indiciaria connivencia de sindicatos y cargos públicos de la Junta de Andalucía”, según su auto de prisión al que tuvo acceso El Confidencial en el que se refería al nuevo conseguidor de los ERE.
“No conocía a las aseguradoras”
El presidente de la agrupación local del PSOE en el municipio andaluz negó en ABC que se hubiera sentado con José González Mata en una mesa. “Sólo lo conozco de verlo en la Consejería de Empleo y comiendo con Francisco Javier Guerrero en algún restaurante; nada más”. Paquillo apuntó a Fernández, consejero de Empleo entre 2004 y 2010. “Yo llegué a la Secretaría en junio de 2000 y en el segundo consejo de dirección Antonio Fernández planteó que los conflictos laborales deberían depender de él”, abundó. Y añadió: “No conocía a las aseguradoras, no sabía nada de las comisiones a mediadoras y sindicatos, de intrusos ni de estas historias”.
El hotel La Mezquita era uno de los escenarios de esas reuniones en las que los chóferes y los guardaespaldas confraternizaban mientras sus jefes (Zarrías, Lanzas yPaquillo) comían con empresarios y constructores. Ahora, en Guarromán, se huele el silencio. La gente calla. Tienen miedo a hablar. La mayor empresa del pueblo es el Ayuntamiento, que celebra 13 plenos al año. El municipio cuenta con un presupuesto de dos millones de euros y carga con una deuda de 2,1. El alcalde ganaba 48.000 euros anuales. La presión municipal consiguió que se le rebajara a 38.000. El viernes al mediodía, Paquillo, Kiko, Francisco García Martínez, tomaba cañas en un bar de la Avenida de Andalucía de Guarromán. Se dejó ver y tenía claro el mensaje que quería lanzar a los habitantes de su pueblo de la Sierra Morena jienense: “Cuidado con el que hable mal de mí”, asegura a este diario un testigo de la actitud de Paquillo, el nuevo conseguidor.
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