Antonio Banderas está como si fuera un loco en Alabama por enfrentarse a un nuevo e intenso proceso creativo como director de cine. La primera película que capitaneó fue una sorprendente road-movie tragicómica con Melanie Griffith de protagonista. En la segunda, El camino de los Ingleses, practicó un triple salto mortal. Es y será su cinta más personal e íntima. Lo comprobé, observé, disfruté y aprendí en las diez semanas y media de rodaje. No, pero yo no he venido a hablar de mi libro en esta última Tinta de Verano de la temporada.
Banderas estrena hoy La piel que habito, su reencuentro con Pedro Almodóvar. El actor se enfrenta a la promoción que ya empezó con el estreno en la alfombra marciana del Festival de Cannes. La película habrá que verla sin falta esta misma tarde-noche a no ser que no te importe que la gente vaya desvelando detalles de la trama. Algunos los anticipó Alicia Gómez Montano en su espléndido reportaje Anatomía de La piel… emitido el sábado en Informe Semanal.
Para el director malagueño habrá tenido que ser muy difícil soportar al Almodóvar dictador/director. El estilo almodovariano exige una entrega de actor de clausura, aceptar un contrato de cartujo de la interpretación encerrado en un convento sin conexión alguna con el yo. Banderas abandonó su traje de Banderas/Hollywood para transformarse en un médico psicópata, un personaje contenido, minimalista, casi inexpresivo.
Almodóvar y Banderas estaban condenados a trabajar de nuevo. Cuando AB se marchó a Estados Unidos no fue de repente. Le surgieron proyectos, películas y se quedó a vivir primero en Nueva York y luego en Los Ángeles. Almodóvar ha tardado demasiados años en asumir la negativa de Banderas a participar en el rodaje de Kika, quizá una de las peores películas de su filmografía.
-Cuando la espiche se me recordará por las películas de Almodóvar.
La anterior frase de Banderas facilita ya al menos un párrafo al redactor de su necrológica. En realidad, lleva algo de razón. Aunque si hay una película que un crítico se llevaría a la lista de favoritas del chico maduro de Almodóvar es ¡Átame! y su poliédrico personaje de Ricky. En El camino de los Ingleses contó con Victoria Abril, su compañera en ¡Átame! En el set, entre shots y ¡corten!, se reían sin parar. Y brindaron por su particular número 7 de la calle Melancolía.
Solo será la tercera película que dirija Banderas. También la rodará en Málaga. Aún no está fijado el inicio de la producción. Solo sembrará las bases de su futuro como director de cine. Hace tiempo que es una estrella de Hollywood, pero lo que quiere es convertirse en un actor y director de prestigio; más aún, ser reconocido como un cineasta de leyenda. Sí, es verdad… Pero a Banderas le apasionan los retos y cuanto más difíciles, e improbables para los otros, mucho mejor.
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