Ni nuevas guarderías, ni nuevos hospitales. Tampoco ni un sólo kilómetro de autovía. Así son los presupuestos generales de Andalucía para 2013. Decir que son los más austeros de la historia se ha convertido ya en un tópico. Precisar que la cifra de 30.700 millones de euros se aproxima a la de 2007 (un 4,1% menos que el año pasado) deja claro hasta qué punto las cuentas de la comunidad andaluza han entrado en barrena.
La consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Carmen Martínez Aguayo, no se cortó lo más mínimo en reconocer que la reducción del 20% en las inversiones pasaría por no crear nuevos centros hospitalarios de referencia en la comunidad autónoma. “¿Para qué un hospital de 400 millones de euros? ¿Para luego dejarlo caer?”, destacó. “No es el momento de dedicar recursos a obra nueva, ni hospitales sino de mantener el funcionamiento de los servicios públicos: la red hospitalaria y de carretera cubre bien el territorio andaluz”, argumentó.
La Junta de Andalucía descartó el cierre o la privatización de ningún hospital o centro de salud. Todo lo contrario de lo que anunció el presidente José Antonio Griñán el pasado 1 de agosto cuando informó del cierre de 19 hospitales y el despido de 60.000 empleados públicos si Andalucía aceptaba el plan Rajoy de reducción del techo de déficit. Griñán también anunció que tendría que clausurar colegios (más de 2.000 en la comunidad autónoma). “Eso no es una contienda, ni una confrontación con el Gobierno Central, sino una discriminación a Andalucía”, destacó el presidente de la Junta, tras añadir: “Ahora mismo es imposible formular cualquier presupuesto andaluz. Tres meses después, Martínez Aguayo rechazó que las cuentas presentadas (al límite de la bocina legal), pudieran ser presa de la confrontación.
Lo cuento en El Confidencial.
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