Si te enamoras de una película no importa verla dos veces. O más. La vi hace 15 días. La he vuelto a saborear esta noche. Ese vehículo que te transporta a tu época favorita. La vida literaria. La vocación de escritor. París.
¿Quién no ha querido regresar al pasado? Visitar a tus ídolos, charlar con ellos, aprender de los mejores. Aquella medianoche esperando con el manuscrito a que aparezca ese coche de época y te inviten a disfrutar de los felices años veinte.
Midnight in Paris, moraleja antinostalgia de Woody Allen: debes luchar al máximo por lo que siempre has soñado. Aquí, ahora. En este tiempo, con sus certezas y zozobras. Con la lluvia mojándote, escribiendo tu vida.
lunes, 6 de junio de 2011
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3 comentarios:
Hola, Agustín
Quiero ver esa película. ¡Ya!
Un abrazo,
EF
Es fantástica, querido amigo. ¡No te la pierdas, en versión original!
Un abrazo,
Agustín
La acabo de ver y ante la máxima de cualquier tiempo pasado fue mejor". Yo también pienso como Woody Allen: "El presente, también promete", aunque haber conocido Hemingway, Dalí, Picasso y Buñuel, no hubiese tenido precio, ni visa oro que la cubra. Buena recomendación, Agustín.
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