El sótano -2 de la Comisaría Provincial de Málaga lleva cinco meses recibiendo una visita inesperada: el agua. Y no precisamente por las intensas lluvias del pasado invierno o las leves del pasado sábado, sino por las obras del Metro de Málaga. Allí se ubica el almacén del Grupo de Antidisturbios. Los principales damnificados son los equipos de transmisión.
Es El Confidente que publico hoy en El Confidencial.
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