Hace 14 años estuve en Hiroshima. Se cumplía el 50 aniversario de la bomba atómica. Si hay una efeméride periodística que recuerde cada mes de agosto es ésta. Hiroshima. Las infinitas y aún intactas ganas de reportajear para convertirme en un cronista internacional, aunque fuese en un periodo corto, quedaron ahí selladas aquel 6 de agosto de 1995. El alma de un jovencísimo e inexperto reportero que escribió dos crónicas para la edición nacional de Diario 16 en una máquina de escribir japonesa que parecía un ordenador portátil.
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4 comentarios:
ya me extrañaba a mí que no escribieras nada
Y no es pesaaaao er tio con los japo...jooooooeeeee
que te gustan................
Vamos como si hubiese estado viviendo en Japon.
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