He dudado si escribir un minirelato, volcar un texto antiguo que tengo aquí cerca o adjuntar lo que he publicado hoy en El Confidencial. Me decido por algo corto, una reflexión viajera:
Los viajes son continuos, te asaltan a cada momento. Hoy he soñado que iba en un velero por el Mediterráneo, borracho de ilusión, lleno de vida, dispuesto a tomar mi carta esférica y sortear tiburones, delfines y olas. Como si fuera mi tío Simbad, un personaje de Antonio Soler. El viaje, tozudo, sigue en mi mente, dispuesto a que se haga realidad. En cualquier instante. Ya, sin ir más lejos.
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1 comentario:
¡¡Preciosa entrada!!, creo que de las que más me ha gustado, que bonito viajar y qué bonito hacerlo en sueños, y que bonito convertir los sueños en palabras que invitan a soñar a los demás.
Qué bonitos los viajes de la mente cuando son con la libertad que da un velero, con el horizonte como único destino y como única brújula una carta esférica errada que te conduce a lo desconocido, a tierras vírgenes, a paisajes aún no descritos.
Gracias por compartir tu sueño con nosotros tu seguidores y gracias por de alguna manera habernos dejado acompañarte en este viaje.
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