lunes, 3 de marzo de 2008

Málaga: ¿Económica o cultural?

¿Qué es más importante para Málaga? ¿Conseguir la capitalidad cultural europea en 2016 o bien ser la capital económica, oficiosa, de Andalucía? Magdalena lo tiene claro: mejor económica que cultural. Más bien querrá decir antes muerta que contradecir a su jefe chavista, Manolo, El Cordobés.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y ahora dónde está ese supuesto orgullo de malagueña de pro? ¿Ya no se acuerda nuestra menestra, perdón, Ministra, de aquello de "antes partía que doblá"? que por cierto después de 36 años viviendo en Málaga, hasta que ella lo dijo, yo no lo había oido. ¿Y qué es eso de la capitalidad económica de Andalucía, trabajar para que el dinero se lo lleven a Sevilla y a los que esperan sentados debajo de un olivo a que les llueva los euros del cielo?
Musho Beti.

Anónimo dijo...

¿Y ahora dónde está ese supuesto orgullo de malagueña de pro? ¿Ya no se acuerda nuestra menestra, perdón, Ministra, de aquello de "antes partía que doblá"? que por cierto después de 36 años viviendo en Málaga, hasta que ella lo dijo, yo no lo había oido. ¿Y qué es eso de la capitalidad económica de Andalucía, trabajar para que el dinero se lo lleven a Sevilla y a los que esperan sentados debajo de un olivo a que les llueva los euros del cielo?
Musho Beti.

Anónimo dijo...

Anda, me he equivocado y he publicado dos veces lo mismo. Bueno, por si no os queda claro a la primera lo leeis dos veces. Un saludo a todos y besos apasionados a todas.

Agustín Rivera dijo...

Boquerón y bético,

Yo tampoco había oído nunca lo de "antes partía que doblá". Sí, lo de las subvenciones y subsidios en Andalucía es de vergüenza torera.

Anónimo dijo...

Esta mañana viene a Málaga ZP. ¿Hablará de la candidatura de malaga a la capitalidad europea de la cultura o nos convencerá de que lo que es bueno para Córdoba también lo es para Málaga? ¿Y qué pasará con Magdalena Álvarez, defenderá a Málaga o se someterá al capricho de su jefe? Es decir, ¿se partirá o se doblará? La respuesta está clara, ¿no crees, Agustín?