Manuel Pimentel, el político con cara de niño y flequillo travieso, ideó el cambio de nombre en 1996. Pero fracasó en el intento. Nadie lo ha dejado de llamar PER. En realidad se denomina AEPSA (Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agraria). La mayoría confunde el PER (Plan de Empleo Rural) con el subsidio agrario y opinan por lo bajini y algunos con altavoz, como Duran i Lleida o Luis del Rivero, que este sistema, focalizado en Andalucía y Extremadura, hay que modificarlo e incluso que fomenta la vagancia.
Lo cuento en El Confidencial. Es la segunda historia más leída hoy del diario.
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